sábado, 10 de noviembre de 2007

Situación de los judíos en Polonia, siglo XIX

Desventuras de los judíos en el Imperio de los Zares (ver nota al pié):
La presencia judía dentro de las fronteras del Imperio fue decidida en circunstancias históricas cuando finalizaba el siglo XVIII, donde cientos de miles de judíos quedaron bajo la dominación de los zares como consecuencias de las tres particiones de Polonia que tuvieron lugar en 1772, 1793 y 1795.
Los judíos que vivían en las regiones anexadas a Rusia, la región oriental y la región del Vístula formaban una clase social diferente.
Continuaban cumpliendo con las mismas funciones que habían desarrollado en Polonia y Lituania, siendo una especie de clase media entre la aristocracia y los terratenientes por un lado y las masas de campesinos eslavos por otro.
Muchos de ellos se ganaban la vida alquilando molinos harineros, bosques, tabernas y posadas.
Otros eran mercaderes, tenderos o vendedores ambulantes.
Todos los demás eran artesanos que trabajaban para los terratenientes y los campesinos.
Algunos de ellos vivían en viviendas que habían construido los terratenientes en aldeas especiales para mercaderes y artesanos, mientras otros vivían en aldeas o cruces de caminos.
La situación de los judíos se deterioró gradualmente con su confinamiento en zonas de residencia, lo que aumentó el número de judíos empobrecidos y proletarizados.
En un principio la autonomía de la comunidad judía fue respetada por el Estado, por lo que pudieron mantener su tradicional red educativa, pero cuando cayeron en poder de los rusos se debilitaron.
Las dificultades económicas, el aumento de los impuestos y las crecientes tensiones sociales llevaron a los judíos a abandonar los caseríos e instalarse en aldeas o regiones pertenecientes a la nobleza.
Durante el período de la transferencia a la dominación rusa, los judíos de la región oriental se vieron envueltos en un grave conflicto entre los grupos religiosos de los Jasidim ( Místicos) y los Mitgnadim (opositores al jasidismo). Hubo diversas cortes jasídicas, numerosas yeshivot, academias rabínicas de los mitgnadim.
Todos ellos contribuyeron a formar un floreciente y variada cultura judía.
Rusia anexó los territorios de Polonia y desde el principio la comunidad judía comenzó a ser tratada por el gobierno ruso como “el problema judío” que solo podría ser resuelto con la asimilación o la expulsión.
Durante los 50 años posteriores a la anexión, los judíos continuaron siendo tratados con el mismo status que en Polonia.
Un decreto de 1791 confirmó el derecho de residencia en los territorios anexados de Polonia y les permitía establecerse en las deshabitadas estepas de la costa del Mar Negro, conquistadas a Turquía a fines del siglo XVIII, pero solamente en las provincias al este del río Dnieper.
"En un principio la autonomía de la comunidad judía fue respetada por el Estado, por lo que pudieron mantener su tradicional red educativa, pero cuando cayeron en poder de los rusos se debilitaron.
Las dificultades económicas, el aumento de los impuestos y las crecientes tensiones sociales llevaron a los judíos a abandonar los caseríos e instalarse en aldeas o regiones pertenecientes a la nobleza.
(dado el sensible contenido del artículo y su extensión, en respeto a la autora y mas aún a la memoria de todas las familias que pasaron por estas indescriptibles persecusiones, no se han seleccionado frases ó párrafos específicos.
A quien interese leerlo íntegramente, puede encontrarlo en los "Comentarios" de esta ventana). Fuente: Alicia Benmergui, Historia de Rivera, Parte 1 (Wikipedia)

1 comentario:

Cohl dijo...

(publicación del texto completo):
Desventuras judías en el Imperio de los Zares:
La presencia judía dentro de las fronteras del Imperio fue decidida en circunstancias históricas cuando finalizaba el siglo XVIII, donde cientos de miles de judíos quedaron bajo la dominación de los zares como consecuencias de las tres particiones de Polonia que tuvieron lugar en 1772, 1793 y 1795.
Los judíos que vivían en las regiones anexadas a Rusia, la región oriental y la región del Vístula formaban una clase social diferente. Continuaban cumpliendo con las mismas funciones que habían desarrollado en Polonia y Lituania, siendo una especie de clase media entre la aristocracia y los terratenientes por un lado y las masas de campesinos eslavos por otro.
Muchos de ellos se ganaban la vida alquilando molinos harineros, bosques, tabernas y posadas. Otros eran mercaderes, tenderos o vendedores ambulantes. Todos los demás eran artesanos que trabajaban para los terratenientes y los campesinos. Algunos de ellos vivían en viviendas que habían construido los terratenientes en aldeas especiales para mercaderes y artesanos, mientras otros vivían en aldeas o cruces de caminos.
La situación de los judíos se deterioró gradualmente con su confinamiento en zonas de residencia, lo que aumentó el número de judíos empobrecidos y proletarizados. En un principio la autonomía de la comunidad judía fue respetada por el Estado, por lo que pudieron mantener su tradicional red educativa, pero cuando cayeron en poder de los rusos se debilitaron.
Las dificultades económicas, el aumento de los impuestos y las crecientes tensiones sociales llevaron a los judíos a abandonar los caseríos e instalarse en aldeas o regiones pertenecientes a la nobleza. Durante el período de la transferencia a la dominación rusa, los judíos de la región oriental se vieron envueltos en un grave conflicto entre los grupos religiosos de los Jasidim ( Místicos) y los Mitgnadim (opositores al jasidismo).
Hubo diversas cortes jasídicas, numerosas yeshivot, academias rabínicas de los mitgnadim. Todos ellos contribuyeron a formar un floreciente y variada cultura judía. Rusia anexó los territorios de Polonia y desde el principio la comunidad judía comenzó a ser tratada por el gobierno ruso como “el problema judío” que solo podría ser resuelto con la asimilación o la expulsión.
Durante los 50 años posteriores a la anexión, los judíos continuaron siendo tratados con el mismo status que en Polonia. Un decreto de 1791 confirmó el derecho de residencia en los territorios anexados de Polonia y les permitía establecerse en las deshabitadas estepas de la costa del Mar Negro, conquistadas a Turquía a fines del siglo XVIII, pero solamente en las provincias al este del río Dnieper."En un principio la autonomía de la comunidad judía fue respetada por el Estado, por lo que pudieron mantener su tradicional red educativa, pero cuando cayeron en poder de los rusos se debilitaron. Las dificultades económicas, el aumento de los impuestos y las crecientes tensiones sociales llevaron a los judíos a abandonar los caseríos e instalarse en aldeas o regiones pertenecientes a la nobleza.
Durante el período de la transferencia a la dominación rusa, los judíos de la región oriental se vieron envueltos en un grave conflicto entre los grupos religiosos de los Jasidim ( Místicos) y los Mitgnadim (opositores al jasidismo).
Se promulgó la Zona de Residencia para los judíos con la anexión de Besarabia en 1812 y el Reino de Polonia en 1815, en una región que se extendía desde el Mar Báltico al Mar Negro. Los judíos también estaban autorizados a residir en el Cáucaso y en el Centro de la Rusia Asiática, aunque ellos habían habitado en esas regiones antes de que fueran conquistadas por Rusia.
En las regiones de Polonia que Rusia se anexó, los judíos se vieron envueltos en un viejo problema que se agudizó bajo el régimen zarista. Este mantuvo el poder en manos de la nobleza, pero por diversos medios difundió la idea de que la responsabilidad por la condición miserable de los campesinos ortodoxos era de los judíos, no de la nobleza católica polaca. Esta, aliada con los representantes del gobierno, culpaba y acusaba a los judíos que vivían en las aldeas, de ser responsables de la explotación que padecían los campesinos.
La autonomía y la independencia cultural de la comunidad judía aumentaban el antagonismo en un Estado gobernado por una monarquía absolutista basada en el status del feudalismo cristiano. En 1804 se promulgó el primer “Estatuto Judío”, su primer artículo autorizaba la admisión de los judíos a todas las escuelas desde el nivel elemental hasta el universitario en toda Rusia. También estaban autorizados a tener sus escuelas propias a condición que el lenguaje que se utilizara fuera el ruso, el polaco o el alemán."

El más importante de los artículos económicos del Estatuto fue la prohibición de la residencia de judíos en las aldeas, de toda actividad de arrendamiento y de la venta de bebidas alcohólicas a los campesinos. Este fue un golpe a la fuente de sustento de miles de familias judías. La legislación sin embargo, declaraba que los judíos podían ser autorizados a instalarse como campesinos sobre las tierras que el Estado destinaba a ese fin.
También fue prometido el apoyo gubernamental a las factorías o fábricas que emplearan trabajadores y artesanos judíos. En 1817 Alejandro I prohibió el libelo de sangre que tanto terror y sufrimiento había causado a las comunidades judías durante el siglo XVII. Poco tiempo después de la publicación del Estatuto, comenzó la expulsión de los judíos de las aldeas, y su instalación en el sudeste de Rusia, pero muy rápidamente fue evidente que la agricultura no podía absorber eficazmente a las miles de familias judías que habían sido expulsadas de sus tradicionales medios de subsistencia. La orden de expulsión fue sin embargo postergada por la situación política y militar en Rusia durante la guerra contra Napoleón.
Solo a partir de 1822 fue realizada la expulsión sistemática de los judíos de las aldeas donde habían habitado hasta entonces, especialmente de las provincias de la Bielorrusia. También fracasó un intento de inducir a los judíos a convertirse al cristianismo con promesas de emancipación y apoyo gubernamental para permitirles su instalación en la tierra.
Bajo el reino de Nicolás I (1825-55) la historia del judaísmo ruso tuvo un sombrío capítulo. Este fue un Zar muy conocido en la historia rusa por su crueldad, que buscó resolver el “Problema Judío” con su eliminación y la coerción.
En 1827 ordenó la conscripción de jóvenes judíos dentro del ejército bajo el inicuo sistema cantonista por el cual jóvenes conscriptos debían prestar servicio militar en el ejército desde los 12 a los 25 años. Aquellos menores de 18 años fueron enviados a escuelas militares especiales a las que también asistían los hijos de los soldados.
Esta ley causó una profunda desmoralización dentro de las comunidades de Lituania y Ucrania (pero no fue aplicada para los judíos de las provincias polacas). Nadie deseaba servir en el ejército con las condiciones inhumanas existentes, pero un método para obligarlos a cumplir con esta terrible obligación fue el secuestro de los niños.
Las obligaciones militares de los judíos en Rusia no trajeron alivio a su condición en otras esferas y las expulsiones de las aldeas continuaron con regularidad."También fueron expulsados de Kiev, se prohibieron en 1843 nuevos asentamientos en ciudades y villas en zonas demasiado cercanas a las fronteras. El gobierno estimuló las actividades agrícolas entre los judíos, los colonos fueron exceptuados del servicio militar, muchos de ellos fueron obligados a instalarse en la Zona de Residencia.
Durante 1840 el gobierno comenzó a intervenir en la educación de los judíos porque no habían utilizado la oportunidad que se les había dado en 1804 de estudiar en las escuelas generales, el Estado decidió establecer una red especial de escuelas para ellos. Su mantenimiento sería provisto por un impuesto especial pagado por la comunidad (la tasa de las velas).
Para implementar esta actividad el gobierno envió a un judío alemán; Max Lilienthal, que estaba trabajando como maestro en una escuela en Riga, en una escuela de los maskilim (los judíos ilustrados o emancipados). Luego de un viaje de exploración a través de las comunidades de la Zona de Residencia, en 1841-42, Lilienthal visitó Vilna, Minsk, Berdichev, Odessa y Kiev. Fue recibido con sospechas por las masas judías, que veían el proyecto escolar gubernamental como una forma de alejar a sus hijos del judaísmo.
En 1844 fue promulgado un decreto ordenando el establecimiento de estas escuelas, cuyos maestros podían ser judíos o cristianos.
Se dieron instrucciones secretas que acompañaron el decreto donde se declaraba que el propósito de la educación de los judíos era aproximarlos al cristianismo y desarraigarlos de perjudiciales creencias con las cuales eran influidos por el Talmud. Lilienthal llegó a enterarse de las intenciones del gobierno y huyó de Rusia. El gobierno estableció esta red de escuelas que dependía para la instrucción de los maskilim, instruidos en los seminarios rabínicos y para maestros de Vilna y Zhitomir.
Estas instituciones, a las cuales las temerosas masas judías enviaron sus hijos, sirvieron como base para una nueva clase de judíos ilustrados, los ruso parlantes, quienes jugaron un rol muy importante en el mundo judaico de las siguientes generaciones.

En 1844 el gobierno abolió el estatuto polaco de las comunidades, pero obligó a reconocer una limitada organización comunal cuya función fue controlar la conscripción dentro del ejército y el cobro de los impuestos especiales, la korobcka y la tasa de las velas. La comunidad fue también responsable por la elección de una dirigencia rabínica cuya función era registrar nacimientos, matrimonios y muertes. Otra de sus funciones era pronunciar sermones en los días de fiestas oficiales elogiando al gobierno. También fue promulgada una ley prohibiendo a los judíos dejarse crecer los “peyes” (patillas largas llevadas por los hombres) y el uso de ropas tradicionales.

El paso siguiente del programa de Nicolás I fue la división entre los judíos del país en dos grupos: los útiles y los inútiles. Entre los útiles estaban los comerciantes ricos, los artesanos y los agricultores.
Todos los otros judíos, los pequeños mercaderes y las clases pobres, constituían el grupo de los inútiles. El proyecto halló oposición en el Estado Ruso y provocó la intervención de los judíos de Europa occidental en apoyo de sus correligionarios. En 1846 Sir Moses Montefiore viajó de Inglaterra a Rusia con este propósito. Sin embargo esta clasificación en categorías fue promulgada en 1851. La guerra de Crimea demoró su aplicación pero amplió la tragedia de la conscripción militar. La cuota fue incrementada al triple y los secuestradores tuvieron toda la libertad para secuestrar niños, y los viajeros sin documentación también eran secuestrados por el ejército.
El reino de Nicolás I llegó a quedar en la memoria de la población judía por la intensidad y la crueldad de los secuestros.

El reino de Alejandro II (1855-1881) está relacionado con las grandes reformas en el Régimen Ruso, la más importante de las cuales fue la emancipación otorgada a los campesinos rusos de la servidumbre que debían prestar a la nobleza terrateniente. Hacia los judíos, Alejandro II adoptó una política de apaciguamiento con el mismo objetivo que su predecesor, lograr la asimilación de los judíos a la sociedad rusa.
Revocó varios de los decretos de su padre (incluyendo el sistema cantonista) y dio una interpretación diferente al sistema de clasificación de quienes eran útiles y de los que no lo eran. Garantizó varios derechos – en primer lugar el derecho de residencia en Rusia – para seleccionar grupos de judíos útiles, los cuales incluían mercaderes ricos (1859), graduados universitarios (1861), artesanos legalizados, así como un equipo médico legalizado de cada categoría ( médicos recibidos y parteras).
En 1874 fue introducida una reforma militar, miles de jóvenes judíos eran ahora llamados para servir en la armada del zar por cuatro años. Para aquellos que tenían educación secundaria rusa la situación era de menor gravedad que para los que no la tenían. Eso estimulaba a los jóvenes judíos hacia las escuelas rusas, pero los judíos, sin excepciones, no eran admitidos en el cuerpo de oficiales.
Un nuevo clima surgió en Rusia al disminuir la presión del Estado sobre los judíos. Estos comenzaron a tomar parte de la vida intelectual y cultural, a través del periodismo, la literatura, el derecho, el teatro y las artes.
Los judíos rápidamente llegaron a ocupar posiciones muy importantes en las carreras que habían elegido, en cantidad y calidad. Esto provocó una reacción inmediata en la sociedad y en esta oposición a una mayor presencia judía se encontraron intelectuales prominentes, Fyodor Dostoyevski fue uno de ellos. Una de las razones de este encono creciente contra los judíos que se tornaba en una fuerte posición antisemita, fue provocada por el rápido aumento de la población judía que de ser una población estimada en 1859 de población judía de 2,350,000 millones, a cerca de 5,000,000 millones a fines del siglo XIX.
Entretanto había surgido un pequeño pero importante grupo de hombres de negocios judíos que logró grandes fortunas, dedicándose a la construcción de ferrocarriles, desarrollando las industrias de la minería, los textiles, la alimentación y la exportación de granos y maderas. Algunos de ellos fueron los fundadores de una red de bancos en toda Rusia. También surgió un grupo de profesionales y científicos, escritores y periodistas muy importantes. Sin embargo la riqueza de los hombres de negocios y el status de los intelectuales no fueron suficientes para aliviar el sufrimiento de las miserias padecidas por las masas judías.
Otro dato a tener en cuenta es que mientras en 1847 solo el 2,5 % de la población judía vivía en las provincias del sur de Rusia, en 1897 la población se había incrementado en un 13,8%. Habían aparecido importantes nuevas comunidades en la región de Odessa (cerca de 140.000 habitantes) Yekaterinoslav, Yelizavegrad etc. etc.
Desde mediados del siglo XIX el movimiento denominado Haskalá, la integración del judaísmo a la sociedad europea, también influyó sobre la judería rusa. Aparecieron los primeros signos de asimilación pero en la mayoría de los casos el movimiento tendió a preservar el judaísmo y sus valores. Los emancipados eran llamados los maskilim, gran parte de ellos pretendió sustituir el idish por el ruso, aunque también hubo gran número de escritores que crearon una literatura secular escrita en idish. "

Aparecieron los primeros signos de asimilación pero en la mayoría de los casos el movimiento tendió a preservar el judaísmo y sus valores. Los emancipados eran llamados los maskilim, gran parte de ellos pretendió sustituir el idish por el ruso, aunque también hubo gran número de escritores que crearon una literatura secular escrita en idish. Otro grupo creó una prensa escrita en hebreo, en tanto que para 1863 otro sector de judíos intelectuales y de personajes muy adinerados se ocuparon de la difusión de la Haskalá y el ruso entre la comunidad judaica. Los nuevos libros y diarios eran introducidos clandestinamente dentro de las escuelas de estudios del Midrash y las yeshivot, intentando influir sobre sus estudiantes. Se produjeron grandes y variadas disputas ideológicas entre muchas comunidades, entre padres e hijos, rabinos y discípulos.
También el Estado intervino para favorecer la asimilación e integración del judaísmo por lo que surgió un movimiento nacionalista ruso que apartó a numerosos jóvenes judíos de los temas y problemas permanentes del judaísmo, los que sin embargo tuvieron que enfrentarse con el rechazo virulento de los sectores antisemitas de la sociedad. El uso del ruso fue aprovechado para crear una prensa que se ocupaba en difundir los problemas de los judíos y del judaísmo en general.
El año 1881 marcó un punto de inflexión en la vida de los judíos, cuando un grupo de revolucionarios asesinó a Alejandro II. Reinaba la confusión a través de todo el país y el gobierno halló un escape, ante el llamado a la rebelión por parte de los rebeldes: los judíos eran los responsables por los infortunios de la nación. Numerosos pogroms, actos terribles de asesinato y vandalismo tuvieron lugar en numerosos lugares. La indiferencia hacia la crueldad puesta de manifiesto por los atacantes y a veces hasta la simpatía expresada por parte de los intelectuales rusos chocó a muchos judíos, especialmente a los maskilim (emancipados).
Los judíos según una investigación del gobierno cargaron con la culpa de los estallidos de los pogroms. En 1882 entraron en vigencia leyes restrictivas para los judíos. De acuerdo a ellas se prohibía a los judíos vivir en pueblos y aldeas, solo podían vivir en las ciudades, se limitó el número de estudiantes judíos en colegios secundarios y universidades, se había establecido el clausus. La vida se había tornado muy limitada y amarga para los judíos rusos, en 1891 habían comenzado las expulsiones de Moscú, los pogroms fueron detenidos en 1884, pero en su lugar se había instalado una política de hostigamiento por parte de las autoridades hacia los judíos cada vez mas preocupante. La policía aplicaba estrictamente las leyes discriminatorias y la expulsión de los judíos de ciudades y aldeas donde habían vivido pacíficamente durante el reino de Alejandro II. La prensa, bajo estricta censura, difundía una propaganda antisemita sistemática, desplegada con el estímulo y ayuda de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Durante el reino de Nicolás II (1894-1918) esta política continuó, aumentada con la agitación revolucionaria en la que participaron muchos jóvenes judíos.Durante la festividad de Pesaj, en 1903, un pogrom terminó con la vida de numerosos judíos en Kishinev. Pogroms que fueron iniciados desde el gobierno con la actividad de la policía. La violencia popular aumentó en 1904 y culminó en 1905, con la demanda de una Constitución al Zar.
Fuente: Alicia Benmergui, Historia de Rivera, Parte 1 (Wikipedia)